miércoles, 25 de abril de 2018

La camarera que dio nombre de flor a la revolución portuguesa

Fuente: O César o Nada


Celeste Caeiro es la camarera que dio nombre a la revolución portuguesa del 25 de abril de 1974 que acabó con la dictadura salazarista portuguesa desde 1926 dando paso a un estado democrático republicano.

Celeste, vive con una pensión de 370 euros en una pequeña casa a pocos metros de la Avenida de la Libertad en Lisboa. Al menos eso decía El Periódico en 2016.

Hasta diciembre de 2017 su biografía no estaba en Wikipedia. Gracias a Camelia Boban de WikiDonne, vía Twitter logramos en pocos días que su bio estuviera en 11 idiomas.
No sé si su gesto y gesta tienen el reconocimiento que se merecen. Por mi parte, todo mi agradecimiento y reconocimiento a esa gran mujer que logró reescribir la Historia bélico-militar revolucionaria con dulzura y esperanza. Muito obrigada, Celeste dos Cravos!

martes, 24 de abril de 2018

El cambio en mí: transformando conflictos

Fuente: Rueda de emociones (Arancha Merino, 2015)
Le contaba a una sabia amiga [(quien con una palabra que le digas te monta unas jornadas), cuya identidad no desvelo porque su agenda de trabajo está petada y quiero que tenga algo de ocio y tiempo libre...] que he disfrutado mucho con un curso sobre resolución gestión de conflictos.

En mi época de estudiante de Ciencias Políticas y de la Administración nos hablaban (creo recordar) de RESolver de conflictos, pero las tendencias del momento hablan de GEStionar conflictos y mi amiga sabia me decía que ahora también se lleva TRANSformar conflictos.

Ha sido una delicia escuchar a y aprender con Isabel Martín! Creo que se lo ha pasado genial viéndonos cómo no resolvíamos e intentabamos gestionar y transformar los retos conflictivos que nos proponía para tomar conciencia de nuestras percepciones, actitudes, emociones, relaciones, comunicaciones, acciones y muchos más elementos que juegan en el proceso de analizar una situación, encontrar alternativas y que las protagonistas/implicadas pongamos nuestros recursos en juego para avanzar a otro escenario (ges-trans-res).

Cada frase que nos lanzaba Isabel era para tatuárnosla y quedarnos sin un hueco libre de piel. Ya el hecho de haber participado en este curso y de haber compartido situaciones, experiencias, dudas, inquietudes, risas... ha sido transformador. Y a partir de ahora, poco a poco intentaré ser consciente de cosas básicas a las que si voy en piloto automático no les presto la atención que debiera. Por ejemplo, de la misma manera que sé que debo salivar bien los alimentos antes de tragarlos (y lo mucho que me cuesta llevar esta acción a la práctica), escuchar (sin juzgar, sin que me afecte, sin aconsejar si no me lo piden) me parece todo un reto, más en mi entorno personal (la confianza da asco) que en el profesional, donde quizás, la novedad me hace ser mucho más respetuosa, atenta y  receptiva.

¡En fin, todo un fascinante proceso de autoconocimiento por experimentar y por el que caminar con mis errores, aciertos, aprendizajes y emociones! Mucho por aprender, entrenar, practicar y moldear para transformarme... La plasticidad de nuestro cerebro y nuestra capacidad para modelarnos es infinita, siempre que deseemos esos cambios que suelen abrirnos muchas más posibilidades y caminos cuando superamos los miedos a salir de nuestra (in)cómoda zona de confort. Si hace un año transformé mi manera de caminar con la ayuda de Maite Goikoetxea y hace 12 años me reseteé, cualquier otro reto, con constancia puedo conseguirlo... A mi lengua le gusta la idea... empieza a salivar más de lo normal :-P

sábado, 14 de abril de 2018

Ciencias Políticas y cosa pública

Mural del IMVG, 2009 
Fidelitas (ciudadanía) Victoria (ciudad)
y Fraudulentus (corrupto) en juego
Hace unos días me compartieron este chiste, que me han dicho que es viejísimo, pero no lo conocía.

- Buenas, quisiera matricularme en Ciencias Políticas. 
- Muy bien, coja un sobre. 
- Ah, pero...¿ya se empieza con esto? 
- Son los formularios de la matrícula, ¡idiota! 

De no ser conocida nuestra carrera en España, a ser la carrera del 15M, la de la gente tertuliana de vanguardia y a vincularse con la corrupción.

Para mí Ciencias Políticas (y de la Administración) es la mirada "normativa" al deber ser de la práctica política, que no partidista. En cualquier caso, las llaman "ciencias"... pero las personas tomamos decisiones basándonos más en creencias, emociones o intereses que en datos o siguiendo un método científico.

Vivimos en un contexto "cultural" con bastantes lagunas en cuanto a poner en valor lo público se refiere. Cuando se ponen de acuerdo izquierdas y derechas para privatizar servicios públicos, porque -nos lo vendieron así- lo público es ineficiente y lo privado es mucho mejor, es que el poder no está en los parlamentos, sino en los consejos de administración de las élites económicas de siempre.

Y, como me dijo una vez alguien a quien aprecio mucho, después de estudiar Ciencias Políticas, tendría que haber hecho Veterinaria, porque hay personas que se dedican "profesionalmente" a algo que debiera ser un servicio público, y para ellos no lo es, que son menos humanas que muchos animales. Personas que profesionalmente se definen como "políticas", personas que quieren vivir de ello y seguir trepando (inventándose títulos académicos o cualquier otro halo de grandiosidad...) para terminar pasando por puertas giratorias y sentarse en sillones de consejos de administración de empresas (a quienes se han hecho favores mutuos) con sueldazo y pensionaza asegurada.

Politóloga: (gracias al 15M está superado que no somos ni podólogas, ni políticas, ni políglotas) persona que analiza la política en alguna o en todas sus facetas y dimensiones (sistemas electorales, partidos políticos, élites políticas, comportamiento político, gestión pública, administración pública, políticas públicas, relaciones intergubernamentales... y muchos más temas...)

Política: arte de resolver conflictos de intereses sobre los bienes comunes para facilitar la convivencia en una comunidad (desde lo más cercano y pequeño -concejo-, pasando por ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autonómicos, estados, uniones de estados... lo más alejado a las personas). La política es un servicio para mejorar la convivencia. La política no es una profesión. La política sirve para resolver problemas, no generar más. Si se crean más sin resolver los problemas que hay, tendremos que hablar de intereses partidistas.

Políticos/as: personas que representan a la ciudadanía, están a su servicio y llegan a acuerdos para hacer leyes y elaborar políticas que den respuesta a necesidades. Sus decisiones y pactos trascienden legislaturas y colores partidistas (a quienes logran esto les suelen llamar "estadistas" o "personas con visión estratégica...").

Intereses partidistas: práctica habitual de políticos/as que sirven a un partido o a intereses económicos (hilos que les mueven) o a su bolsillo. En numerosísimas ocasiones, se utiliza la expresión "la política es corrupta" para referirse al juego de representantes políticos/partidistas, que no resuelven problemas, generan más, imponen sus intereses partidistas y hacen intercambio de cromos (o regateo de bazar) al nivel que sea para lograr alcaldías, financiación, aprobar presupuestos, etc...

Idiota: persona no interesada por los bienes comunes, sino por su interés partidista (obviamente, el tipo del chiste que piensa en sobr€$).

Republicana: persona con interés en los asuntos públicos (en latín: res publica) que considera que todas las personas somos iguales, que no tiene que haber gente con privilegios de realeza, nobleza... y muchas cuestiones más. Hoy, 14 de abril, se recuerda la proclamación de la II República española.
❤️💛💜

jueves, 12 de abril de 2018

Señales (in)materiales

Cuando se levantó para salir, la bolsa mojada que le había entregado dejó una marca de agua en el suelo. Un charco de agua sin más. Para ella, una señal que le hizo reflexionar en su camino a casa. 

Esperaba señales inmateriales y le llegaban materiales, que a veces no necesitaba o no quería sentir necesidad de tenerlas.
¿Cómo enfocarlas? ¿Cómo intepretarlas? ¿Qué emociones le venían? ¿Cómo reaccionar?

Recordaba que los somormujos, como muestra de amor se regalan fango. Lo llevaría fatal siendo una somormuja que espera abrazos intensos.

Y pensó que quizás bastaría con decir "¿puedo abrazarte?, "abrázame", "¿nos abrazamos?"... o sin más, no decir nada, y fundirse en un abrazo reparador.