viernes, 22 de febrero de 2013

Hacia una sociedad de lo común

Son más las cosas que nos unen que las que nos separan. Sin embargo, siempre tendemos a ver en las diferencias barreras irresolubles para avanzar hacia lugares comunes de encuentro. Eso de "cambiar" nos cuesta. Y de hecho, alguna vez escuché que nadie quiere cambiar su "statu quo", salvo un bebé con el pañal manchado. Pero vivimos, en una época de cambios o un cambio de época como nos dice siempre Joan Subirats.

Y surgen voces, cada vez más voces, afortunadamente, que nos plantean que existen alternativas a esta sociedad caduca, consumista, enferma, ensobrada, saturada de materialismo y tontería. Alternativas que vuelven a la esencia de la vida. Y nos hacen replantearnos todo, para deconstruir nuestro pensamiento y construir un nuevo modelo de sociedad basado y centrado en las personas donde lo que nos une a todas sea pensar en: 
  • qué es aquello que hace que nuestra vida merezca la pena ser vivida (quizá encontremos muchos, muchísimos puntos en común: anhelo de libertad efectiva, igualdad efectiva, sostenibilidad efectiva, corresponsabilidad efectiva). Lo de añadir la coletilla de "efectiva" es porque hoy en día se presuponen estos elementos, pero no son reales
  • cómo nos organizamos para llevar a cabo este modelo de sociedad
Carmen Castro, es una de esas voces. En TEDxValenciaWomen hace una reflexión muy interesante sobre cuestiones que otras personas ya se han planteado hace años o siglos, pero que abordarlas de manera práctica, implica remover privilegios, normas, estructuras. Y como ya sabemos, gestionar los cambios (aunque sean para mejor) nos generan incertidumbres y incomodidades. 

Una de las referencias que plantea Carmen Castro en su intervención, es la contribución que hizo Elinor Ostrom, premio nobel de Economía a la Ciencia Política y a la Economía, mostrando (muy resumidamente) que a través del uso y cuidado de los recursos comunes limitados, es posible hacer que esos recursos se puedan utilizar de forma continuada y sostenible en el tiempo.

Más allá de la idea que nos vende la economía clásica sobre la que se fundamenta el capitalismo (y el sistema patriarcal) de que somos egoístas por naturaleza, es posible que las personas a través de un compromiso negociado, aceptemos las reglas que nos ponemos para conseguir un objetivo común y/o poner en común recursos, reglas para vivir una vida que merezca la pena ser vivida con mayor libertad e igualdad.

Algunas de las muchísimas preguntas a hacernos para avanzar hacia maneras alternativas de organizarnos:
¿Cómo integramos y gestionamos lo común (de todas las personas, pero de nadie)? Habrá que buscar otros modelos de convivencia, fuera de la economía de mercado. Es posible. Otra cosa es poner en marcha nuevos mecanismos y estructuras para lograrlo (Finanzas éticas, consumo colaborativo, Bancos del Tiempo, etc...) 
¿Cómo queremos que sea el gobierno común de nuestras vidas? El modelo de sociedad en el que queramos vivir, dependerá de las personas que deciden apostar por un modelo de vida u otro. Y esto tiene que ver con lo que llamamos democracia. María Zambrano definía de forma muy sencilla la democracia: "la sociedad de las personas". Si se garantiza la equivalencia humana, será sociedad de las personas en la que colectivos generalmente excluidos tengan visibilidad (mujeres, inmigrantes, personas con diversidad funcional, etc..). 
Para encontrar otro modelo de gobernanza con una implicación real de la "sociedad de las personas" con otros valores y principios (transparencia, equidad, ) es fundamental que la Igualdad sea un pilar transversal. Incorporar la Igualdad como elemento transversal, nos permitiría construir otro modelo de relaciones de poder, relaciones de (re)producción y de consumo.

Aunar esfuerzos, energías y sinergias para que el conocimiento se expanda y podamos conseguir que las personas podamos tener vidas plenas y en libertad (sin violencia, sin injusticias). Si además, en ese nuevo modelo, existen mecanismos para poner en común: capacidades, conocimientos, normas, recursos.

Termino con un párrafo de Carmen Castro que me encanta, como enredadora y tejedora de redes que pretendo ser :-)
(...) ‘cuanto más compartimos, más se amplían nuestras oportunidades de acceso’ y mayor es nuestra libertad. Las ideas crecen y el conocimiento se multiplica exponencialmente cuando lo compartimos. El gusto por colaborar, cuidar y compartir refuerza la interrelación entre las personas, las necesidades y la búsqueda de alternativas para satisfacerlas. Es ‘la telaraña de la vida’ a la que se refiere Vandana Shiva 
Y les doy las gracias a Susana y a Ainara por compartir conmigo esta mañana su tiempo, sus conocimientos y sus ganas por avanzar en esta línea... a pesar de que día de hoy siga habiendo personas que no sé por qué  (quizá desconocimiento, miedo, resistencia al cambio) no terminan de ver que esto de "compartir" y trabajar en red tiene tantas ventajas.

A continuación, el vídeo de Carmen Castro en TEDxValenciaWomen

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